La mayoría de los habitantes de Florida cree que todos los niños merecen una oportunidad de desarrollarse, independientemente de las circunstancias económicas; que, sin importar cuales sean los ingresos familiares, todos los recién nacidos deberían tener un techo y comida, ropa y amor, estar protegidos contra las inclemencias climáticas y gozar de las oportunidades mínimas para poder progresar en la vida.

Sin embargo, hace tiempo que la Legislatura de Florida recorta el financiamiento de un programa de contención social vital para el desarrollo de los niños en el estado.

Los legisladores han mantenido las ayudas económicas proporcionadas por el programa TANF sin cambios durante 30 años

Contrario a lo que sucede con una medida para prohibir los abortos en los embarazos de más de seis semanas (SB 300), que está abriéndose paso rápidamente hasta el escritorio del gobernador Ron DeSantis, los legisladores estatales han ignorado durante las últimas tres décadas el programa de Ayuda Temporaria para Familias Vulnerables (TANF, por sus siglas en inglés). Se trata de un programa estatal cuyo objetivo es proporcionar ayuda económica para satisfacer las necesidades básicas de los recién nacidos y de otros niños cuyos padres atraviesan una situación financiera endeble. La Legislatura de Florida no solamente omitió actualizar las ayudas económicas del TANF desde 1992, sino que, además, los legisladores han retirado la asistencia económica que de otro modo les correspondería a los bebés de las personas que ya son beneficiarios del programa, medida que se conoce como "tope familiar". Así, las ayudas económicas del TANF son tan insuficientes que a las familias participantes les resulta imposible satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.

Las medidas contra el aborto afectan de forma desproporcionada a las mujeres de bajos ingresos. Y, si bien el proyecto de ley SB 300 prevé asignar 25 millones de dólares a la Red de Apoyo Obstétrico de Florida, que está compuesto de centros de obstetricia que no ofrecen prácticas de aborto, esto no mejora la situación económica actual de las nuevas madres y sus bebés. Sin un programa TANF apropiado que funcione a modo de red de contención, la mayoría de las mujeres de Florida tendrán problemas para cubrir las necesidades básicas de sus bebés.

Las ayudas económicas del TANF son tan insuficientes que a las familias participantes les resulta imposible satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.

Florida ha ignorado el programa TANF durante más de 30 años. Aunque una tercera parte de los estados ha aumentado las prestaciones del programa TANF durante los últimos años, ciertamente, ese no es el caso de Florida. La prestación máxima del programa TANF para un solo niño es de $180 mensuales; monto que no alcanza para comprar ropa y menos que menos para ayudar a pagar las facturas de servicios o la renta. En cambio, los legisladores de Florida desviaron los fondos del TANF, que solían estar destinados a los niños de las familias participantes en el programa, para el pago de otras iniciativas, sin importar el hecho de que un ingreso adicional mejora las oportunidades futuras de los niños. 

El "tope familiar" del TANF les niega a los beneficiarios del programa las ayudas económicas por tener hijos

Además de fijar el pago de ayudas económicas para el programa TANF escandalosamente bajas, los legisladores de Florida también incumplen con los recién nacidos en al menos una otra manera digna de mencionarse. Si bien los niños pequeños se encuentran entre la población más vulnerable de Florida, la Legislatura limita o directamente rechaza la asistencia del programa TANF a todos los bebés de personas que ya sean beneficiarias del programa.

De conformidad con el tope familiar, en el caso de un segundo bebé, una familia que ya sea beneficiaria del programa TANF por un primer hijo, sufre un recorte del 50 % en la ayuda económica a la que de otra manera tendría derecho. (Por ejemplo, si un beneficiario del programa TANF que ya recibe una ayuda económica por un hijo tiene un segundo hijo, las prestaciones para ese nuevo bebé se recortarían a 30 dólares mensuales en vez de la prestación completa equivalente a 61 dólares mensuales). A partir del segundo hijo en adelante, los legisladores le niegan a ese bebé toda clase de ayuda económica. Excepto que uno de los padres esté en prisión o institucionalizado, o que la familia pueda probar que el bebé es el resultado de una violación, incesto o explotación sexual, el estado de Florida nunca le proporcionará a ese niño ninguna ayuda económica.

A partir del segundo hijo en adelante, los legisladores le niegan a ese bebé toda clase de ayuda económica.

Enraizado en el mito de que una mujer que percibe alguna asistencia económica tiene más hijos para recibir más beneficios, el tope familiar funciona como una extensión del legado histórico de intentos por ejercer un control reproductivo sobre las mujeres afroamericanas. En tal sentido, distintos estudios sugieren que el toque familiar está más presente en los estados con porcentajes más altos de participantes de la comunidad afroamericana, como Florida. En consecuencia, muchos estados que inicialmente habían impuesto un tope familiar a los participantes del programa TANF han revocado esas leyes más tarde. Si bien solamente hay 10 estados que imponen topes familiares sobre las familias beneficiarias del programa TANF, Florida no ha demostrado ningún interés por eliminar ese tope que va en detrimento de los niños más vulnerables.   

La Legislatura no está haciendo todo lo que está su alcance para satisfacer las necesidades básicas de los niños. Si el estado de Florida tiene intenciones reales de ocuparse de las necesidades básicas de los bebés recién nacidos, es imperioso que los legisladores actualicen las ayudas económicas del programa TANF y que aprueben el proyecto de ley HB 1631, que está pendiente para su votación en la Legislatura de Florida, que eliminaría el tope familiar. Esto representaría un importante paso para garantizar que las familias de bajos recursos que se preocupan por sus hijos tengan los medios necesarios para atender sus necesidades básicas.